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No voy a negar que presenciar un concierto de una de las leyendas máximas del Heavy Metal, es siempre un placer, no importa cuantas veces los hayas visto en vivo. Lo malo es que las expectativas son altísimas con semejantes monstruos, y uno debería tener el cuenta que el tiempo pasa, y la batalla contra Cronos es dura. Con un escenario un tanto menos llamativo que las últimas presentaciones de Judas Priest del 2018 y 2015, Halford, Hill, Travis, Faulkner y Sneap se plantaron en el lugar deslumbrante que es el Movistar Arena, para dar un concierto a la altura de su historia, pero con los achaques del natural paso del tiempo…
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